Experta en el cuidado femenino

Me considero una persona con mucha sensibilidad e intuición y desde pequeña tenía claro que mi profesión tenía que proporcionar bienestar a las personas.

Me inicié en este mundo con 22 años (2004), al finalizar mi primer curso de Quiromasaje. Por aquel entonces, y durante varios años, trabajaba como administrativa pero seguía vinculada al masaje asistiendo a cursos y compaginando el trabajo de oficina con el de masajista a domicilio. Me formé en terapias manuales como quiromasaje, drenaje linfático, masaje deportivo, reflexología…

Con 30 años y en plena crisis personal y del país, me decido finalmente a dar un giro radical a mi vida, escuchar a mi corazón y dedicarme a lo que más me mueve y me hace feliz: mi pasión por las terapias naturales. Desde entonces siempre me he dedicado a ello, tratando de que cada persona que pasa por mis manos encuentre bienestar y una mejora en su calidad de vida.

Tomé contacto por primera vez con la práctica de Yoga y comencé a interesarme por el Ayurveda, la Medicina Tradicional China, decidiendo formarme en terapias orientales como el Masaje Tailandés, el lifting japonés, la acupuntura facial, etc, fascinándome hasta el día de hoy su visión global y preventiva de la salud y la belleza.

El Yoga me ayudó a conectar con mis necesidades, a respetarme y a confiar en mí. Me aportó tanto que decidí formarme como profesora durante 3 años para poder transmitirlo a mis pacientes. Y así fue que empecé a ofrecer estos servicios y talleres en solariums, clubs deportivos, estudios de pilates, yoga, consultas de fisioterapia integral, hasta decidir montar en 2017 lo que hoy es @virginiacalmaenti

Estas colaboraciones me permitieron florecer, usar mi creatividad, crear mi propio método y hacer del sueño una realidad con un público maravilloso.
La propia vida, los estudios realizados y los viajes al Sudeste asiático han enriquecido mi visión de lo que es salud y bienestar y han consolidado las bases de mi trabajo.

Actualmente sigo formándome con la misma ilusión que el primer día.

«Creo que tengo uno de los trabajos más bonitos del mundo y me siento afortunada por poder compartirlo con vosotras.»

¿Cómo trabajo?

El fruto de mi trabajo se ha ido forjando a lo largo de mi experiencia desde la más profunda escucha e intuición. Creando de esta forma un sello propio y muy personal.

Este proyecto es orgánico y está muy ligado a mi propia evolución como persona. Por lo que está vivo y en continua transformación.

No hay ningún tratamiento igual, todos son únicos y especiales, al igual que lo eres tú. No sigo un protocolo, sino que integro diferentes técnicas, desplegando mi creatividad, creando experiencias únicas y personalizadas a las necesidades de cada una de las mujeres. Parto siempre de una visión holística e integrativa, desde la conexión, el conocimiento, la experiencia, la pasión y el amor a esta profesión.

Dedico gran parte de mi tiempo a seleccionar los mejores ingredientes para la piel. Gracias al potencial de la alta cosmética ecológica, la piel se transforma de una manera natural a través de una experiencia sensorial. Ofreciendo de esta forma un respeto al cuerpo al cuidarlo con productos no dañinos.

“Para una persona de pocas palabras como yo, el contacto siempre ha sido mi forma preferida de comunicación y mi forma de llegar al corazón de quien lo recibe”